Sauna y cabina de infrarrojos: ¿Proteger la circulación? ¿Cómo? ¿Con calor extremo en la sauna? ¿Con temperaturas superiores a los 100 grados?
La sauna finlandesa no es adecuada para todos en esta aplicación.
Sin embargo, existen muchas formas de utilizar la sauna de manera suave. En las cabinas de infrarrojos, las temperaturas son generalmente mucho más bajas. En una cabina de calor profundo, se puede sudar maravillosamente incluso a temperaturas del aire de 30 grados. Esto no es posible en una sauna. Incluso las cabinas de calor puras con emisores de cerámica, Incoloy o emisores de superficie requieren temperaturas más altas y, por lo tanto, no son tan suaves para la circulación.
¿Le gusta ir a la sauna y disfruta del aroma del infusionado? ¿Pero no tolera bien las altas temperaturas? Entonces tenemos buenas noticias para usted. No es necesario poner el horno a la máxima temperatura. Intente ir a su sauna justo al comienzo del tiempo de calentamiento. Déle a su cuerpo la oportunidad de adaptarse al cambio de temperatura. No aumente demasiado el calor. A temperaturas bajas, sudará más fácilmente con una mayor humedad del aire que con aire seco. Por lo tanto, haga más infusionados (pero las piedras deben estar lo suficientemente calientes) o use la función de vapor de su horno combinado.
Ir a la sauna tampoco es una competición. Permítase quedarse solo el tiempo que le haga sentir bien. En las cabinas de infrarrojos, basta con una aplicación continua. En la sauna, según lo desee, se suelen hacer varios infusionados con pausas. Siempre preste atención a su cuerpo. ¡Si se vuelve demasiado exigente, él pedirá un descanso!